Se acabó la espera. Hoy se sabrá la suerte de “Argentina, 1985” en la carrera rumbo a los Oscar. Nominada en el rubro de mejor producción de habla no inglesa (o mejor película internacional), deberá ser anunciada como una de las 15 finalistas en la llamada “short list” de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood para poder pasar a la siguiente instancia.

Si aparece en la nómina de hoy, nada es seguro: todavía deberá sortear el filtro de la votación general de los socios de la institución (entre los cuales figuran varios argentinos) para poder integrar la lista final de los cinco títulos (se anunciarán dentro de un mes) que pujarán por la estatuilla en marzo.

“Argentina, 1985” se basa en la historia del fiscal general Julio César Strassera, de su adjunto Luis Moreno Ocampo y de su equipo de ayudantes judiciales, que encararon la investigación y acusación a las juntas militares que comandaron la represión ilegal durante la dictadura de 1976 a 1983, y que fueron juzgados durante el gobierno democrático de Raúl Alfonsín. El proceso penal es considerado el primero y más importante que se realizó en el mundo por crímenes de esta naturaleza usando el sistema judicial ordinario de un país. En eseo se diferencia, por ejemplo, de los famosos Juicios de Nuremberg contra los genocidas nazis, ya que en este caso hubo un tribunal especial conformado por jueces de los países vencedores de la Segunda Guerra Mundial, y en la Argentina intervinieron magistrados comunes.

Guiños

Hay muchos guiños que posicionan a la película como una segura postulante a pasar este primer corte sin mayores sobresaltos, pero hasta que no se lo formalice, no hay que brindar.

Una de las señales es la gran recepción de la crítica mundial a la producción dirigida por Santiago Mitre, con elogios al clima logrado en su narración que entrelaza momento de alta tensión con situaciones de humor que relajan un relato sobre un momento histórico asfixiante; otro es el trabajo interpretativo de los dos protagonistas, Ricardo Darín (un amplio conocido de la pantalla norteamericana, al punto de ser uno de los miembros de la Academia de Hollywood) y Peter Lanzani (su trabajo en “El clan” lo posicionó en EEUU); el tercero es que el guión está basado en hechos reales (algo muy apetecido por el público estadounidense), con el condimento de ser una lucha entre un hombre común y corriente que logra vencer a sectores consolidados de poder; y la restante es que el filme viene cosechando nominaciones y premios en distintos festivales, por lo que quedar fuera de la primera selección sería desconocer a entidades hermanas, algunas de gran prestigio y trascendencia.

Galas por venir

En este último aspecto, fue postulada en la categoría Mejor Película Extranjera para la 28ª edición anual de los Critics Choice Awards (ver “Star...”), que se entregarán el 15 de enero en Los Ángeles, candidatura que se suma a la de los Globos de Oro, los Goya españoles y el Satellite Awards de EEUU, entre otras competencias. En esa gala competirá por el premio con “RRR” (India), de S.S. Rajamouli; “Sin novedad en el frente” (Alemania), de Edward Berger; “Close” (Bélgica), de Lukas Dhont; “Decision to Leave” (Corea del Sur), de Park Chan-wook y “Bardo. Falsa crónica de unas cuantas verdades” (México) de Alejandro González Iñárritu. Se descuenta que todas estas producciones también figurarán en la nueva instancia para los Oscar.

Además, la película argentina ganó el fin de semana en España el premio Forqué al mejor filme latinoamericano (el premio mayor fue para “As Bestas”, de Rodrigo Sorogoyen), y ayer se supo que la película argentina competirá también en el Festival Internacional de Cine de Palm Springs, entre el 6 y el 16 de enero, por el premio Buzz. Otras producciones nacionales que estarán en este certamen son “El suplente”, de Diego Lerman y “Sublime”, de Mariano Biasin.

Antecedentes

La ilusión para los Oscar es que “Argentina, 1985” exceda la categoría de película internacional y llegue a ser nominada en otros rubros, incluso mejor filme del año o a alguna actuación (la labor de Darín está siendo especialmente reconocida en los festivales).

Ese camino universalista ya fue abierto por otras realizaciones previas, pero sólo la coreana “Parásitos” se consagró con la estatuilla mayor. Pero a no soñar despiertos, ya con seguir los pasos de “La historia oficial”, que se estrenó justamente en 1985, y “El secreto de sus ojos” (los dos filmes argentinos que ganaron el Oscar) alcanza y sobra.

Y como ellos, el filme de Mitre habla del horror de la dictadura, de la atrocidad del uso perverso del poder. Un guiño más para mantener la ilusión.